Masa madre de manzana
Dia 1: Rallamos dos manzanas pequeñas o una grande. Tapamos el resultante en un bowl y dejamos que fermente por 24hs.
Dia 2: Filtramos el jugo de la manzana con un colador o bolsita de filtrado y lo llevamos a un frasco de vidrio. Alimentamos con harina hasta que la textura sea amasable y dejamos reposar tapado por 24hs. La tapa que usamos es la del frasco.
Dia 3: Quizás ya comencemos a ver algo de actividad, si no hay nada de burbujas todavía no hay problema, cuando hace calor se activa más rápido
Volvemos a alimentar nuestro cultivo del mismo modo, puede que tengamos que descartar para hacer espacio en el frasco y dar lugar a una nueva reproducción.
Dia 4: Probablemente ya veamos burbujas, pero si no es así, podemos esperar unos días más. Volvemos a alimentar la masa madre con harina y agua dejando siempre una textura espesa y en éste día haremos una marca o señalización en el frasco para ver si ya duplica su tamaño.
Dia 5 al dia 10: Seguramente la masa madre ya este duplicando luego de unas horas cada vez que la alimentamos. A partir de éste dia ya podemos comenzar a hacer pan.
Cada vez que refresquemos descartaremos un 80% de su contenido para tener siempre la máxima frescura dentro del frasco.
Alimentaremos diariamente dejándola a temperatura ambiente.
Importante: Para poder hacer pan la masa madre dulce tiene que duplicar su tamaño en un maximo de 6hs en las estaciones cálidas o 7hs como máximo en pleno invierno. Si la madre tarda más que eso en crecer todavía no está lista.
En invierno (solo si la casa está fría y no hay calefacción) podemos poner el frasco dentro de un bowl con agua tibia para que lo mantenga más cálido y leude más rápido.
Dia 10 en adelante: Si no hacemos pan seguido podemos llevar la madre al frío para distanciar los refrescos con harina y asi no gastar en alimentarla todos los dìas.
En ese caso para usarla seguiremos los pasos del curso para despertarla de manera efectiva